Un tour a Europa no es nada fuera de serie ante
los cientos de excursiones que semanalmente visitan el Viejo Mundo, procedentes
de distintos países de los demás continentes.
Sin embargo, el tour periodístico realizado del 3 al
13 de junio por el IPPP, en el cual
participaron 36 periodistas dominicanos, algunos con sus esposas y otros
familiares, es algo de mucha significación para la clase periodística
dominicana, por cuanto es la primera vez que un grupo tan numeroso de comunicadores
realiza un viaje de tal naturaleza.
Desde el momento mismo en que fuimos agrupándonos
en el aeropuerto de Punta Caucedo al mediodía del miércoles 3 de junio, surgió
la camaradería en el grupo. Despegamos a las 9:30 de la noche y tras seis
agotadoras horas de vuelo en el Airbus Industrie A330-200 de AirEuropa,
aterrizamos en el aeropuerto Adolfo Suárez de Madrid, la mañana del jueves 4 para
de inmediato abordar el Boeing 737-800 hacia París, alojándonos horas después en
el Hotel Ibis Porte Bagnolet. La diferencia entre Europa y República Dominicana
es de seis horas. Tuvimos esa noche libre.
Al día siguiente desayunamos a las 6:30, ya que a
las 7:30 iniciaba el largo periplo que nos llevaría en un confortable autobús de
Europamundo a una visita panorámica por París, donde nos trasladamos al Palacio
de Versalles y disfrutamos la riqueza
histórica de su interior y la verdosa hermosura de sus inmensos jardines con
sus legendarias esculturas.
De ahí pasamos a conocer la Torre Eiffel, marca
país de Francia. Y finalizamos el día con un edificante recorrido por el Museo
del Louvre, donde disfrutamos la vista del impresionante retrato de la Mona Lisa
(cuadro de 77 x 53 cm) y cientos de
pinturas, retratos, esculturas y murales de los más famosos artistas plásticos
de la antigüedad. (Dicho sea de paso, pese a ser La Gioconda la pintura más
famosa del mundo, y sin ser yo religioso, me atrajo más como obra artística el
mural de las Bodas de Caná, situado en la pared del frente, monumental óleo de
994 x 677 cm.)
En la tarde visitamos la Embajada dominicana, en
la 45, Rue de Courcelles 75008 Paris, Francia, donde fuimos
recibidos por su Excelencia doña Rosa Margarita Hernandez Caamaño de
Grullón.
Ya
por la noche, nos trasladamos al barrio bohemio de Montmartre, donde
disfrutamos sus pequeños restaurantes y las obras de sus artistas al aire
libre.
Aunque el sábado 6 teníamos día libre, optamos en
mayoría por visitar el Barrio Latino, con su imponente catedral de Notre Dame,
así como un placentero paseo por el Río Sena.
El domingo 7 madrugamos rumbo a Suiza, llegando a
Ginebra al mediodía, hermosa ciudad suiza donde almorzamos y
paseamos a orillas
del lago. Por la tarde continuamos ruta hacia las más altas cumbres de Europa:
Los Alpes, importante cadena de montañas situada en Europa Central, la cual
atravesamos por el túnel bajo del Mont Blanc, la cumbre más alta, con 4,810
metros del altitud. Disfrutamos los hermosos paisajes alpinos próximos a Italia
siguiendo por el valle de Aosta. Al final del día llegamos a la región de
Aosta, y allí nos alojamos en el Hotel Express.
El lunes 8, a la salida del sol, partimos de Oasta
hacia la rica llanura del río Po, Venecia. Almorzamos en la isla de Venecia y
por la tarde realizamos un paseo en barco y una visita panorámica a pie por la
Plaza de San Marcos. Visitamos una fábrica-tienda donde recibimos una
demostración de la producción de cristal soplado. Luego de un confortable paseo
en góndola, regresamos y nos alojamos, entrada la noche, en el hotel Albatros,
de Venecia.
El martes 9 partimos tempranito hacia Ravenna y
Asís. Siguiendo la ruta de la laguna de
Venecia llegamos a Ravenna, ciudad sin autos, donde todo el mundo se mueve en
bicicletas. Allí conocimos el Museo de Gala Placidia y la Basílica de San Vital
y visitamos la tumba del afamado poeta Dante Alighieri, autor de la Divida
Comedia. Tras ello, cruzamos los Apeninos hacia la ciudad de Asís, donde
tuvimos tiempo libre para almorzar y
conocer la basílica y sus alrededores. Al
final del día arribamos a Roma, donde
nos alojamos en el hotel Princess. Esa noche nos visitó su Excelencia Víctor
Grimaldi, embajador dominicano ante la Santa Sede, quien departió en el lobby con
nosotros y nos entregó los pases especiales para la visita al Vaticano en la
mañana siguiente.
En Roma estuvimos tres días. El miércoles 10, salimos
a las 7:00 de la mañana, ataviados con ropa formal, hacia El Vaticano, donde,
gracias a las diligencias de nuestro embajador Grimaldi, tuvimos trato
preferencial entre la enorme multitud de diferentes países que desde la
madrugada hacía filas para ingresar a la Plaza de San Pedro. El Embajador encabezó
nuestra delegación y no se separó del grupo hasta alojarnos en el área
reservada para nosotros. Luego de tres largas horas frente a un inclemente sol
casi tropical (castigo que pagamos justos y pecadores), hizo su entrada el Papa
Francisco, seguido de su amplio séquito, cuya mágica presencia produjo en la
multitud una algarabía que sacudió los cimientos de la Plaza.
Finalizada la ceremonia papal, Mercedes Castillo y
nuestro embajador fueron recibidos por el Papa. Luego de tomarnos las fotos de
rigor en lugares históricos de la Plaza San Pedro, visitamos el local de la
embajada dominicana en la Santa Sede
y
al mediodía disfrutamos un almuerzo ofrecido por el Embajador Víctor Grimaldi y
su esposa Cosette, en el Ristorante Venerina. Por la noche nos trasladamos al
Trastevere, animado barrio de la ciudad, conocido por sus típicos pequeños
restaurantes.
Aunque el jueves 11 fue día libre, casi todos
optamos por realizar una excursión opcional a Nápoles, Capri y Pompeya. No nos
arrepentimos. Salimos a las 6:30 de la mañana. La hermosura paisajística
durante todo el trayecto, así como los lugares histórico-culturales que rodean
a Nápoles, son algo paradisíaco. Nuestra guía turística, Alicia García,
una
atractiva madrileña dueña de un gran acervo cultural y con excelente dominio de
su profesión, quien nos acompañó desde
nuestro arribo a España, fue la persona clave para que disfrutáramos
durante todo el trayecto y comprendiéramos
a cabalidad el interesante origen y desarrollo histórico, artístico y cultural
de cada país visitado, y en especial esta extensa zona que abarca más de 200
kms., de Roma a Nápoles, la capital del sur.
Cuando creíamos satisfechas todas nuestras
expectativas, experimentamos una de las sensaciones más conmovedoras al visitar
las ruinas de Pompeya, ciudad de la antigua Roma enterrada por la violenta
erupción del Vesubio el 24 de agosto del año 79 d.C., en las proximidades de la
moderna ciudad de Nápoles. De allí pasamos a conocer Capri, maravillosa isla
conocida como “La perla del Mediterráneo”, en el lado sur del golfo de Nápoles,
lugar célebre por su belleza y centro vacacional desde la época de la antigua
república romana.
Capri tiene una zona comercial exclusiva para personas de
alto poder adquisitivo. Llegamos al puerto de Marina Grande, donde nos
embarcamos para realizar una visita guiada, en barca, por la Gruta blanca y los
Farallones. Al regreso almorzamos en el restaurante Anacapri, y visitamos
algunas tiendas al alcance de nuestro presupuesto.
El viernes 12, luego del desayuno regresamos a
Madrid, nos alojamos en el hotel Were Chamartin y disfrutamos de un city tour. En la tarde asistimos a la
embajada dominicana, donde fuimos recibidos por su Excelencia Aníbal De Castro,
embajador dominicano en España. En tal ocasión fue juramentada la directiva de
la Asociación de Comunicadores de Trabajadores de la Prensa Europea (CTPE),
encabezada por el periodista Oscar Jiménez, quien ocupó lugar en la mesa
principal junto a su Excelencia Aníbal De Castro Embajador de la República
Dominicana
ante el Reino de España; doña Maite Abadía Bauil, representante del
Consejo general de la Abogacía Española, y Mercedes Inalda Castillo, Presidenta
del Instituto de Previsión y Protección del Periodista (IPPP), de República
Dominicana. De allí salimos a pasear por las hermosas y alegres calles de
Madrid, hasta altas horas de la madrugada.
La tardecita del sábado 13 regresamos a Santo
Domingo, plenamente satisfechos con este viaje de ensueño hecho realidad
gracias a la diligente actitud de Mercedes Castillo y los eficientes auspicios
de Eunice Marmolejos, presidenta de Albas Travel.